Es otoño en La Rioja y las laderas se tornan en mares multicolor. Las distintas variedades de viñedos se visten sus mejores galas para obsequiar al observador con todo el abanico cromático. Verdes, amarillos y magentas muestran todo su esplendor en este tiempo y lugar cuya visita resulta imprescindible para cualquiera que se considere un amante del color.